jueves, 16 de enero de 2014

Puntos en la frente

Nos situamos en un monasterio perdido en algún lugar. En él, hay 100 monjes (en realidad, el número es irrelevante). Los monjes del monasterio tienen hecho un voto de silencio: no pueden comunicarse de ninguna forma con otros monjes (ni verbalmente, ni por signos, ni gestos, ni miradas, ni acciones como "ponerse a la derecha para decir tal cosa", "dar la espalda", etc). Otro dato característico del monasterio es que en él no hay espejos ni nada donde los monjes puedan reflejarse.

Un día llega un abad médico de fuera y los reúne a todos en el salón, y les cuenta que hay una enfermedad terminal contagiosa cuyo único síntoma son unos puntos rojos en la frente. Cuenta también que en el monasterio HAY UNO O MÁS ENFERMOS, y que los enfermos deben suicidarse para no contagiar a sus compañeros. El abad abandona el monasterio sabiendo que hay 11 enfermos, pero no le dijo a nadie el número.

Una vez al día, todos los monjes se reúnen para comer juntos en una mesa donde se ven las caras los unos a los otros; comen sin comunicarse entre ellos de ninguna manera. El undécimo día los 11 monjes que están enfermos deducen, sin lugar a dudas, que son ellos los que están enfermos, así que tras esa comida se meten en sus respectivos cuartos y se suicidan por el bien de la comunidad.

Todos los monjes son muy lógicos y listos, dotados todos de una gran mentalidad matemática. ¿Cómo han averiguado que estaban enfermos?

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