Con cinco versos atados
octosílabos, si cabe,
una quintilla se crea;
quiero que no sea fea
y la mente no me trabe...
¡Ni me quite mucho tiempo!
Debe ser muy natural
y que fluya por sí sola,
siendo música en gramola,
o un río con su caudal,
solo usando bien tu ingenio
y fijándote en las rimas:
consonantes, por supuesto;
se valora más el gesto
cuando los sonidos mimas
y te esmeras en detalles
y cuidas forma y mensaje;
no es difícil, solo escribe,
deja eso que te cohíbe
y dale a tu mente un viaje
sin billete de regreso
que volver, ya volverá;
ahora, aquí, vive el presente:
¡¡déjame que a ti te aliente
y sigue el "Continuará..."!!
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